Seguro que la solución es del agrado de nuestros pacientes, según un estudio reciente practicar el sexo a diario mejora la calidad del esperma, y por consiguiente aumenta las posibilidades de conseguir un embarazo.
Mientras que algunos médicos defienden la hipótesis de que la abstinencia sexual masculina aumenta la concentración espermática, otros defienden que ese aumento, que no se observa siempre, y no va de la mano a un incremento de la calidad de los espermatozoides. Los estudios de fragmentación de ADN han ayudado a clarificar este punto.
En el mismo sentido, en la práctica diaria en el laboratorio, observamos sin base científica, que en muchos casos cuando la primera muestra se semen no tiene una calidad suficiente para la técnica en la que se va a emplear. Pedimos una segunda muestra, con entre 30 min y un par de horas de diferencia respecto a la primera muestra, que suele tener 3-7 días de abstinencia, y la calidad del semen mejora y podemos llevar a cabo la técnica sin más problemas.
El estudio fue presentado ante la Sociedad Europea de Reproducción y Embriología Humana por el doctor David Greening, del centro australiano de reproducción Sydney IVF, y revela que mantener relaciones sexuales todos los días es beneficioso para los espermatozoides.
Durante la investigación se analizaron muestras de semen de 118 hombres con grado de fertilidad considerado normal. Después de que eyacularan a diario durante 7 días se detectó una mejoría en la calidad del esperma, el índice de fragmentación de ADN de los espermatozoides que se situaba en 34% disminuyo hasta el 26% tras el experimento. La explicación podría ser que el menor tiempo de exposición a agentes oxidantes evita la deterioración de los espermatozoide.
La contrapartida es que el sexo frecuente disminuye el volumen de semen. Según concluyo el Dr. Greening “Parece seguro concluir que las parejas con parámetros de semen relativamente normales deberían practicar sexo a diario durante hasta una semana antes de la fecha de ovulación.” Por lo que se deberían mantener relaciones sexuales diarias a partir de los 14 días posteriores a la última menstruación.