Los tratamientos de reproducción asistida, los cribados, la selección genética, la rehabilitación y los implantes oftalmológicos serán las primeras prestaciones que serán revisadas como parte de la actualización de la Cartera de Servicios del Sistema Nacional de Salud (SNS) que pretende realizar la ministra de sanidad, Ana Mato.
Esta revisión «en profundidad» se ampliará progresivamente a otras áreas a fin de definir qué prestaciones forman parte de la Cartera Básica de Servicios y, por tanto, deben ser financiadas en todas las comunidades.
No obstante, las mismas fuentes aseguran que «es falso que se estén estudiando nuevos recortes», ya que el objetivo del Ministerio no es otro que garantizar que todos los ciudadanos tengan acceso a los mismos servicios y en las mismas condiciones con independencia de donde residan.
El pasado mes de abril Mato acordó con las comunidades la creación de varios grupos de trabajo –formados por personal del propio Ministerio y las consejerías autonómicas– para analizar el futuro del SNS, de los cuales dos iban a estar centrados en el desarrollo y actualización de una nueva cartera de servicios comunes para todo el SNS que, a partir de ahora, quedaría dividida en tres: servicios básicos, suplementarios y accesorios.
Los grupos de trabajo ya han determinado las cinco áreas de la cartera de servicios básicos que primero hay que analizar (genética, rehabilitación, reproducción humana asistida, cribados e implantes oftalmológicos), y el siguiente paso es crear un grupo de expertos para cada una de ellas, que estará compuesto por representantes de sociedades científicas y la Organización Médica Colegial (OMC), y será el encargado de analizar la aplicación de dichas prestaciones.
El objetivo, explican desde Sanidad, es ver qué prestaciones se han quedado obsoletas –y, por tanto, han de salir de esta cartera básica– y cuáles pueden incorporarse a la misma, así como definir los requisitos para su indicación, para lo que se seguirán «criterios de coste-eficacia».
Cuando estos grupos de expertos tengan sus conclusiones, las elevarán a los grupos de trabajo para que posteriormente sean analizadas por el Ministerio y las comunidades en el seno del Consejo Interterritorial del SNS. De hecho, las fuentes consultadas por Europa Press reconocen que «no se van a tomar decisiones que difieran con lo que decidan los expertos».
Visto en Europapress